Para construir un entorno de TI robusto y seguro, es esencial establecer unos cimientos basados en principios básicos de seguridad. Según Forrester, 80% de las brechas de seguridad están relacionadas con las credenciales de cuentas privilegiadas. Con lo mucho que está en juego, se ha vuelto crucial adoptar un principio de seguridad para prevenir estos ataques. El principio del mínimo privilegio (POLP) es uno de esos conceptos que, cuando se aplica correctamente, puede minimizar considerablemente la superficie de ataque.
El principio del mínimo privilegio se refiere al concepto de reducir los privilegios de toda la empresa al mínimo necesario para realizar el trabajo de una entidad. No solo afecta a los usuarios, sino también a los sistemas, procesos, aplicaciones, servicios y otros dispositivos.
Normalmente, los privilegios se asignan a los usuarios en función de su rol, departamento, posición jerárquica, etc. Aunque se trata de una práctica habitual, puede estar perjudicando más de lo que creemos. Según un estudio, el 99 por ciento de los privilegios de los usuarios no se utilizan y suponen un riesgo potencial para la red. Además de ser estrictas a la hora de conceder privilegios, las autoridades deben conocer a fondo la empresa, los empleados y los requisitos de su trabajo antes de asignar el acceso a los privilegios.
Tras cuantificar y cualificar las necesidades de cada empleado, el POLP recomienda convertir la mayoría de las cuentas de usuario en cuentas "estándar" o de "usuario con mínimos privilegios". Estas cuentas de usuario con mínimos privilegios solo tendrán los privilegios necesarios para realizar las actividades diarias críticas para el negocio, sin acceso para administrar otros recursos de la red. Así es cómo una organización puede implementar el POLP:
Las cuentas de usuario locales creadas y añadidas al grupo de administradores en un computador se consideran cuentas de administrador local. Los privilegios se pueden revocar bien moviéndolas manualmente al grupo de usuarios estándar o bien implementando scripts para ello.
Identifique y elimine las cuentas innecesarias del grupo de administradores y añádalas en su lugar al grupo de usuarios estándar.
Al eliminar estas cuentas de administrador, todos los empleados se quedarán solo con los privilegios mínimos que necesitan para realizar sus funciones. Sin embargo, no es tan sencillo. Aunque es una gran ventaja para la postura de seguridad de una organización, el principio del mínimo privilegio tiene sus contratiempos.
Muchas empresas tienen problemas al establecer el POLP debido a las consecuencias que puede tener en la productividad. Tener solo cuentas de administrador limitadas puede mejorar la seguridad, pero ¿qué ocurre cuando las cuentas de usuarios estándar requieren privilegios de nivel de administrador para tareas críticas de última hora? Bien hay que proporcionarles credenciales de administrador privilegiado o bien hay que añadirlas de nuevo al grupo de administradores.
Además de ser inconveniente y llevar mucho tiempo, re-elevar estas cuentas privilegiadas puede suponer importantes amenazas para la seguridad, ya que rara vez se revocan una vez cumplidos esos requisitos. Para garantizar la productividad sin comprometer la seguridad, se puede establecer el POLP limitando la elevación de privilegios.
En este enfoque, en lugar de elevar la cuenta de todo el usuario, a los usuarios estándar solo se les concederán los privilegios elevados que necesiten, bajo demanda. Los privilegios otorgados y el comportamiento asociado de los usuarios se deben monitorear adecuadamente. Una vez cumplido el requisito, los privilegios se revocarán automáticamente.
Si los privilegios no se revocan una vez satisfecha la demanda, los usuarios podrían acumular privilegios innecesarios para sus actividades cotidianas. A esta acumulación de privilegios innecesarios también se le conoce como "privilege creep", y se debe eliminar por completo, ya que los ataques de malware dirigidos a estas cuentas pueden afectar a toda la empresa.
Application Control Plus juega un papel importante a la hora de limitar los privilegios con respecto a las aplicaciones y su acceso privilegiado, lo que permite a las empresas establecer el POLP sin preocuparse por las pérdidas de productividad.
Las funciones de lista de aplicaciones permitidas y lista de aplicaciones bloqueadas también se pueden aprovechar para crear listas orientadas a la confianza, que controlan quién tiene el privilegio de ejecutar qué aplicación.
Una vez establecido el POLP moviendo a todos los empleados al grupo de usuarios estándar, Application Control Plus garantiza que no se obstaculice ninguno de los avances críticos para el negocio. Mediante la gestión de privilegios de endpoints, en lugar de elevar a los usuarios, se pueden elevar los privilegios específicos de las aplicaciones cuando sea necesario. Esto permite a los usuarios autorizados ejecutar aplicaciones esenciales como administradores desde sus cuentas de usuario estándar. Con Application Control Plus podrá:
Borrar las políticas creadas después de cumplir los requisitos puede evitar la acumulación de privilegios innecesarios.
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