Las organizaciones dependen de sus infraestructuras de red para llevar a cabo las operaciones diarias sin problemas, y esto es cada vez más importante en nuestros entornos de trabajo remotos. Lo que requiere que los administradores de TI estén atentos para garantizar que los sistemas de red funcionen de forma eficiente.
Con la expansión exponencial de las redes, también aumenta el número de vulnerabilidades y brechas de seguridad. Una interrupción de la red, o incluso un pequeño fallo, puede provocar la pérdida de ingresos y de la reputación de la empresa. Hay varias formas en las que las redes pueden ser susceptibles de sufrir ciberataques, o fallar por sí mismas.
Con las auditorías de red, los administradores de TI pueden conocer el estado de sus redes y tomar las medidas adecuadas para solucionar los fallos. Este proceso consiste en recopilar datos de diferentes parámetros de la red y analizarlos para obtener información significativa. Los datos pueden utilizarse para comprender el estado de salud y el estado general de la red en comparación con los puntos de referencia existentes y las normas de cumplimiento del sector.
Algunas actividades como el cambio de hardware, la adición de nuevos dispositivos, el cambio de configuraciones o la instalación o modificación de firewalls son imprescindibles para garantizar un rendimiento y una seguridad óptimos de la red. Mantener un registro de todas estas operaciones es igualmente importante. Cuando la red no funciona correctamente, los administradores de TI pueden utilizar estos registros para identificar y solucionar el problema rápidamente.
En nuestra actual era de trabajo a distancia, las organizaciones adoptan cada vez más los dispositivos propios (BYOD). Este cambio en la cultura del trabajo conlleva un aumento del uso del ancho de banda y de los riesgos de seguridad. En las organizaciones en las que se ha implantado el BYOD, los administradores de TI deben ser conscientes de los riesgos y aplicar políticas para gestionar estos dispositivos y minimizar los peligros.
Incluso cuando los empleados se conectan a la red corporativa con dispositivos de la empresa, las redes sufren continuos cambios. Es importante que los administradores de la red monitoreen los cambios y realicen auditorías regularmente para garantizar que los aspectos de seguridad y rendimiento sean impecables.
Aunque las herramientas automatizan el proceso de auditoría de red y de elaboración de informes, los administradores de TI también pueden realizar estas acciones manualmente. Los aspectos relevantes siguen siendo los mismos para ambos tipos de auditoría. Algunos de ellos son:
Es crucial auditar el inventario de dispositivos de red a intervalos regulares. Hay que escanear los dispositivos para confirmar si siguen recibiendo actualizaciones de firmware y seguridad de los proveedores. Si estos no se actualizan con regularidad, su organización debe determinar si son obsoletos y necesitan ser sustituidos. Los administradores de TI deben conocer las versiones de firmware y los sistemas operativos que utilizan estos dispositivos, y solucionar los problemas siempre que sea necesario.
Evitar los cuellos de botella en el ancho de banda es crucial para ofrecer una experiencia fluida al usuario final. Para ello, los administradores de TI deben analizar cuidadosamente su red para identificar las tendencias en el uso del ancho de banda. Un análisis detallado permitirá a los administradores de TI comprender qué servicio o aplicación de su red consume más ancho de banda y realizar los cambios oportunos.
El número de usuarios de la red aumenta a medida que la infraestructura crece; es una buena práctica aplicar una política de acceso restringido para todos los usuarios. Los administradores de TI, al auditar los cambios en la red, pueden comprobar si se han realizado cambios no autorizados en la red, y revertirlos rápidamente.
Los cambios en la configuración de la red se realizan regularmente para mejorar su rendimiento. Las reglas de firewall también se actualizan frecuentemente para reforzar la seguridad de la red. Pero ambos cambios deben ser documentados y auditados porque el más mínimo error puede causar estragos en esta.
Una auditoría exhaustiva de los parámetros de disponibilidad y el estado de salud puede ayudar a los administradores de TI a saber qué dispositivos son problemáticos y qué tipo de cambios provocan regularmente interrupciones en la red. Es posible utilizar esta información para evitar problemas, o para solucionarlos inmediatamente cuando se produzcan.
Existen varias opciones de herramientas de automatización. Pero al elegir una herramienta de auditoría de red, los administradores de TI deben asegurarse de que la solución identificará el problema, medirá su impacto y le ayudará a resolverlo.
ManageEngine Network Configuration Manager viene con funciones de informes intuitivas que ayudan a los administradores de TI a analizar fácilmente los cambios en la red, y correlacionarlos con los problemas. Las funciones de informes integradas registran todos los datos y reducen la necesidad de documentación manual. Los administradores de TI pueden programar fácilmente estos informes para que se generen a intervalos regulares, garantizando que las auditorías de red rutinarias se realicen a tiempo, siempre.
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